¿Por qué las pantallas de nuestros teléfonos móviles han de mostrar todas y cada una de las huellas de los dedos que se posan en ellos, por qué no todos los materiales son autolimpiables o por qué no son comunes los carritos eléctricos para personas de movilidad reducida en los hipermercados?
Seguro que la mayoría de nosotros querría disfrutar de una clase política decente que tuviese un sueldo acorde con los del pueblo llano o que la espera para consultas, pruebas e intervenciones médicas no fueran interminables, por ejemplo; sin embargo, estos son temas demasiado globales e incluso potencialmente inalcanzables para el ciudadano de a pie, los cuales quedan fuera del ámbito de esta publicación, por lo tanto, apuntamos bajo para intentar llegar alto.
Los motivos para hacernos la vida más complicada son, en general, económicos; en el caso de que la ropa, la vajilla, los muebles o, digamos, el suelo no se ensuciaran nunca, ¿qué harían las industrias que fabrican lavadoras, detergentes, suavizantes, quitamanchas, limpiacristales, lejía, lavavajillas, etc.? Hace tiempo quitaron el datáfono en mi peluquería: «Por razones ajenas a nuestra voluntad…», reza el cartel, pero estas razones están directamente relacionadas con el sustancial ahorro en la declaración de la renta del comercio, así como con la elusión del pago al banco por la transacción. A mí me parece que la ausencia de la ley de obligatoriedad de disponer de VPT en los negocios de este país es un atraso aberrante que posibilita acciones delictivas.
Sus propuestas de adiciones y cambios beneficiosos para el día a día pueden resultar un acicate para su puesta en marcha o, quizá, únicamente podrían querer compartir ciertos deseos o frustraciones con el Café y el resto del Planeta, lo cual puede venirnos muy bien en la vorágine de este mundo.
Gracias por su atención y apoyo.
Blasi, ¡hola.!
¡Hola! Creo es una idea estupenda de «thread», Blasi. Hay una cosa que no soporto y es que el doblaje de las pelis y las series es muy malo. Las pelis de antes se doblaban por buenos profesionales y se nota. No sé exactamente cuando se decidió bajar el nivel de los doblajes pero en muchas el sonido baja y sube, tanto que te tiras todo el rato subiendo y bajando el volumen. De repente estás poniendo el oído y luego atrona. Y las traducciones también han empeorado y se parecen cada vez ms a traducciones literales. Mi percepción es que esto no ocurría hace décadas.
Por esto pido que se vuelva al sonido de antes.
Abrazos
Hola:
Muchas gracias, Monic. Totalmente de acuerdo contigo, suscribo tu petición de ajuste de volumen y de mejora de traducciones al español. Hay bastantes obras cinematográficas que oigo pero no puedo escuchar, conque alguna vez las tengo que ver subtituladas; es ridículo no poder disfrutar de una película sin estar pendiente de escucharla. No puedo evitar mencionar una traducción literal del inglés con la que últimamente me topo cada vez más a menudo y que me choca mucho: «No, estoy bien», como respuesta a un ofrecimiento de algo de beber o comer.
¿Alguien ha tenido problemas para leer la etiqueta de alguna conserva? Existe legislación europea que establece la obligatoriedad de incluir etiquetas con determinada información en los envases alimentarios de venta al público; sin embargo, no se habla del tamaño de la letra. Hay que tener una vista excepcional en ocasiones para entender las etiquetas, tan pequeña es la letra que a veces hubiera tenido que usar una lupa, por consiguiente, pido que se regule el tamaño mínimo de esa letra de forma que pueda ser leída sin esfuerzo o ayuda externa.
Un abrazo.