Buenas noches a todos:

Como ya amenacé en el hilo entretenidísimo de “Juego con premio”, se me ha ocurrido -a mí solito- colaborar en este cada vez más ilustrado blog inaugurando una sección que le aporte variedad.  Es una forma más de llegar al conocimiento de nuestra lengua, pero en vez de jugar con ella, aprovechando las posibilidades cómicas que pueda ofrecer.

Se trata de chistes en el que la mayor o menor gracia del mismo estribe en algún juego de palabras, doble sentido de las frases, sinonimias, polisemias, o…, ¡yo que sé!, todo aquello que hace que un no nativo que carezca de un buen dominio del idioma se quede in albis al oírlo, ya saben, con esa cara de frustración que ponen cuando todo el mundo se ríe menos él porque no se ha enterado de qué va la cosa. No sé si me explico. Un ejemplo, escueto e inocente:

-Omá, omá*, que las lentejas se están pegando

-Déjalas, niño, a ver si se matan.

Supongo que a un alemán con dos meses de Erasmus en Valladolid habría que explicárselo, ¿no? Supongo, también, que todos los presentes saben a que se refiere alguien cuando asoma la nariz en una olla de lentejas y la cosa empieza a oler a chamusquina, ¿no? (¡¡Espero no tener que explicar el chiste ahora!!).

Ea, pues en representación de Doña Blasi, declaro solemnemente inaugurado esta sección en la que están todos ustedes invitados con sus aportaciones y comentarios.

Reciban mis respetuosos saludos.

*Es que el niño es muy bruto. (Licencia del autor).