Queridos amigos:
Les propongo un nuevo divertimento con el que jugar con las palabras. Y qué mejor para ello que echarlas a competir. En este caso no para saber cuál es la más rápida, sino para conocer cuál tiene más acepciones diferentes según nuestro referente habitual, el DRAE. ¿Se imaginan el pódium? ¿Encontraremos aquella auténticamente singular?
Arrancamos la prueba con un aparentemente inocente término: punto. ¿Qué piensan, que es esa cosa que se pinta con el lápiz, o lo que se va haciendo a medida que se cose y poco más? Je, pues corran, corran a verla: 42 (cuarenta y dos) acepciones solo como vocablo. Y sintagmas en donde interviene, ni les cuento. Vaya con puntito, y parecía poquita cosa.
Anímense. Busquen sus pupilas y échenlas a la pista. No se desanimen, sé de otra que la supera y de largo. Pero no quiero acaparar la medalla de oro desde el principio, que hay muy malos pensados por aquí sueltos y creerían que esto está amañado, con sospechas de dopaje incluida.
Muchos y afectuosos saludos.
Buenos días, estimado Milord:
Qué interesante. Parece mentira cuántas acepciones puede tener una inocente palabra. La primera que me ha venido a la cabeza: hacer, con sus 58 (cincuenta y ocho), sin contar locuciones y expresiones.
No sé si la de oro, pero me parece que ya tengo sitio en el podio, y eso sin rebuscar ni nada: pasar, con la friolera de 64 (sesenta y cuatro, sí). ¿Las usaremos todas?
Un abrazo.
¡Adelante, adelante, hagan juego señores! ¡No se queden mirando ahí y rebusquen! No dejarán que doña Blasi se cuelgue ella solita la medala. Eso sí que olería a pucherazo. Tiene que haber por ahí alguna cosita que rebase estos registros, lo suficiente como para calentar algo esta competición. («Y en el rincón de la derechaaaa, con calzón negro, Paaaasaaaar, con sesenta y cuatro acepcioneeees; y en el rincón de la izquierda…»). Vamos señores, no me digan que no encuentran a ninguna para echar a pelear.
Buenos días:
Ustedes perdonen pero, de hecho, la palabra que más significados tiene es sin ninguna duda esta.
……
Ahora en serio: vamos a echar cuentas:
Partiendo de que en una carrera –en este caso, carrerita, según Milord. (Será que ya no está para muchos trotes)– no se pueden otorgar dos medallas a una misma persona (me refiero a Blasita con «hacer» y «pasar»), ya que nadie llega el primero y también el segundo a la meta 🙂 , y suponiendo que la palabra que tiene Milord celosamente guardada supera las 64 acepciones, el pódium podría quedar de este modo:
–Medalla de oro: Milord con XXXX, que tiene más de 64 acepciones.
–Medalla de plata: Blasita con PASAR, que tiene 64 acepciones.
–Medalla de bronce: Robin con DAR, que tiene 53 acepciones.
Pero que conste que esta lista es provisional puesto que la carrera aún no ha terminado. Así que, venga, señores, anímense a buscar en el sprint final palabras que puedan darle un «vuelco» a la clasificación y levanten de sus asientos a todos los espectadores, visiblemente emocionados.
Hasta ahora.
Está usted vendiendo la piel del oso antes de tiempo, querido amigo. Espere a que insignes componentes de este blog dejen de pensar un poco en problemas de ajedrez y se dediquen a esto. Puede haber sorpresas…, ¿sorprendentes?
De acepciones no sé cómo andará, pero se usa para un sinfín de expresiones: cojones. Es el mayor comodín que conozco 😉
Vaya, Madri: del montón y montón de palabras que encierra el diccionario se le ocurre escoger usted una que tiene la friolera de dos, digo bien, dos acepciones. ¿Se le ha quedado a usted toda su fuerza de pensar en los Robingramas ajedrecísticos? ¿O quizás aspira a ganar en este concurso el premio de utillera? Sea como sea, aquí les presento a mi pupilo dispuesto a subirse a todo lo alto del pódium, y ciertamente que acostumbrado está a mirarnos desde lo más alto. Se trata ni más ni menos que de Dios, así con mayúscula. (Verán que mi círculo de amistades es selecto). ¿Calculan cuantos significados diferentes llegan a alcanzar las diversas expresiones y locuciones de las que forma parte? Sobrepasa holgadamente los siento sesenta. Así que ahí lo tienen, crecidito él. ¿Encontraremos a alguien que lo desbanque?
Un saludo muy cordial para todos.
Es que Dios…, ya se sabe. Está en boca de todos, justo como el par de mi proposición.
Pero, no más que por curiosidad, busque en el DRAE la entrada de mano. Tengo la edición de 1992 y ocupa ocho columnas y media o, si lo prefiere, dos páginas largas. Creo que son cinco las veces que se cita «la mano de Dios» en esta entrada.
Dios, sin embargo, se contenta con cuatro columnas y media.
Un abrazo.
A ver, a ver. Nada de palabras comodín y demás. Sin trampas, señores, por favor. 😉 El reluciente oro parece que va a ser para mí porque nadie se atreve a superar esas 64 acepciones de «pasar». Ojalá alguien pueda bajarme de arriba del todo del podio, que tanta altura no es buena. ¡Ánimo, chicos!
¡Esto huele a pucherazoooo…!
Milord, que esto no es propio de usted.
Blasita está en el podio con sus 64 acepciones de pasar y me parece que ni a empujones va a poder usted echarla de ahí.