Coser a cuchilladas/puñaladas/balazos.

Significados contradictorios del verbo coser.

¿Os habéis parado alguna vez a pensar en esta expresión tan aparentemente contradictoria?

Si la analizáramos palabra por palabra no tendría sentido, porque con asestar a alguien cuchilladas no se consigue más que rasgar su cuerpo (rasgar, en el DLE, es “producir una incisión en algo con un objeto cortante o punzante”), todo lo contrario de lo que resultaría si lo cosiéramos, entendiendo coser como unir, juntar…

Veamos, pues, algo de historia.

En el Diccionario de la lengua castellana, en que se explica el verdadero sentido de las voces, su naturaleza y calidad, con las phrases o modos de hablar, los proverbios o refranes, y otras cosas convenientes al uso de la lengua,  conocido como el Diccionario de autoridades y publicado por la Academia en 4 volúmenes entre 1726 y 1729, encontramos solo tres definiciones de “coser”.

Volumen 2, pág. 637: La primera me ha sorprendido porque, aunque lo da como voz anticuada, “coser” era un sustantivo masculino para denominar entonces un potro o caballo fuerte de batalla. Así la mantuvieron hasta la edición de 1817, porque en la de 1822 la retiraron y pasó al olvido.

Las otras dos son definiciones del verbo en su versión habitual de unir con aguja e hilo o de juntar dos o más cosas para que queden pegadas.

Estos únicos significados del verbo coser se mantienen hasta el Suplemento del Diccionario de 1970 en que incorporan una nueva acepción con el núm. 3bis que dice:

  • Producir a uno varias heridas en el cuerpo con arma punzante. Lo cosieron a puñaladas.
    Pero la locución “coser a puñaladas” ya aparecía en el citado Diccionario de Autoridades de esta manera:
  • “Locucion familiar para expresar y exagerar que à uno le dieron muchas puñaladas: y también se usa de ella como amenáza, diciendo que le coserá à puñaladas si no se quita de delante o se reporta. Lat. Pugione aliquem iteratis ictibus confodere. BARBAD*. Coron. F. 162: Porque si V. m. mientras mas cose mas se descose, haviendo vivido de vestir, morirá vestido, y al que tuvo oficio de cosér con agújas, le coserán a puñaladas.

Del mismo modo que “coser a puñaladas” resulta una amenaza, lo es “morir vestido”, porque veamos qué dice de esta última el mismo Diccionario, volumen 4, pág. 608:

  • “Morir vestido. Vale morir violentamente: y assi se dice por modo de amenaza, ù de pronóstico, Morirá vestido. Lat. Extra lectum mori. BARBAD*. Coron. F. 162. Porque si V. m. mientras mas cose mas se descose, habiendo vivido de vestir, morirá vestido”.

*Este fragmento que contiene las dos locuciones amenazantes pertenece a Coronas del Parnaso y Platos de las Musas,de Alonso Gerónimo de Salas Barbadillo, quien en 1635 escribía así en Platos de las Musas su epístola X:

  • “A Libio sastre, que se subia a coser sobre los texados de la plaça, gran gloton, y gran mentiroso.
[…]
  • Algunos acusan a vuessa merced de muy mentiroso, no en lo que toca al oficio, que esso ya le esta dispensado a todo sastre, sino en alabarse de que goza lo que apenas ha visto, y esto es muy perjudicial negocio, porque si vuessa merced mientras mas cose mas se descose, aviendo vivido de vestir, morirá vestido, y el que tuvo oficio de coser con agujas, le coseran a puñaladas.

No sé si el autor utiliza aquí una paradoja para advertir que al sastre le van a dar de su propia medicina con un juego de palabras que yo no dudaría en admitir que fue el origen de la expresión que aún usamos con frecuencia hoy día.

Observad que mientras el autor escribió “aviendo vivido”, la Academia ha reproducido en una ocasión “habiendo” y, en otra, “habiendo vivido”.

Si habéis sacado algo en claro ya me daré por satisfecha.

Pero agradecería cualquier comentario.

Un saludo a todos