Buenas noches, amigos míos:
Sabemos que la doble negación no es exclusiva del español, pues otras lenguas romances como el francés, el italiano, el gallego, el catalán, el portugués… también la utilizan:
Y que solo debemos anteponer el adverbio «no» en caso de que el elemento negativo vaya pospuesto al verbo. Estos pares significan lo mismo.
No iré nunca contigo a la ópera / Nunca iré contigo a la ópera.
No volveré jamás / Jamás volveré.
No ha venido nadie / Nadie ha venido.
No ha llegado ningún comensal / Ningún comensal ha llegado.
Pero hoy me he encontrado con un caso que no he sabido resolver. Se trata de este par:
Con nada se conforma / No se conforma con nada.
Está claro que “no se conforma con nada” equivale a ‘no está nunca contento, nada le satisface’ o algo así.
La duda me la plantea la primera opción (Con nada se conforma), pues le encuentro dos significados opuestos:
Uno que concuerda con «No se conforma con nada» (nada le satisface) y otro que, vosotros me diréis si es así, significa que con cualquier cosa se conforma, es decir, que no es exigente.
Porque no es lo mismo tener un marido que no se conforma con nada que otro que con nada se conforma. ¿O me estoy haciendo un lío?
¿Podría ser este otro ejemplo de «enantiosemia»? ¿O también otra cosa de las mías?
Un fuerte abrazo.
Buenos días:
Sí, Madri, así es. Al menos así lo entiendo yo, porque la frase «Con nada se conforma» tiene doble sentido, tal como tú afirmas, y son sentidos contrarios.
Por lo tanto, la equivalencia «Con nada se conforma / No se conforma con nada» no se cumple siempre, claro.
Saluditos.
Buenas tardes:
Estoy de acuerdo contigo y con Robin en que la primera oración puede tener dos significados contrarios, mientras que la misma frase con distinto orden solo tiene uno. Ahora bien, ¿por qué? ¡Madri nos pone a pensar y pensar de nuevo (gracias)!
Os cuento mi teoría. He llegado a la conclusión de que el orden de la oración cambia nuestra percepción de «nada», esto es, si lo situamos al principio de la oración, gana énfasis; por consiguiente, lo podemos interpretar también con su sentido más original y extremo, el de la inexistencia absoluta.
Un abrazo.
Buenas tardes, queridos amigos:
Me alegra saber que estoy de acuerdo con Blasita y que concuerdo con Robin, es decir, que estoy acorde con los dos.
He llegado a la conclusión de que el habla no es un dos y dos son cuatro.
Por eso no es lo mismo el «abrazo partido» (como en la peli) que «a brazo partido»…
A ver si se cumple aquello de que «En agosto, frío en el rostro».
Un beso.
https://www.filmaffinity.com/es/film952065.html