Alguien me sopla el título perfecto de esta entrada que es un nuevo divertimento con palabras que les propongo.
Se trata de escoger una secuencia de vocablos sin ningún signo ortográfico entre ellos y que dependiendo de cómo se puntúen conforman una frase con un sentido u otro totalmente distinto. Lo explicaré con este ejemplo que será mi primer aporte:
SEÑOR
MUERTO
ESTA
TARDE
LLEGAMOS
Hay que descubrir las diversas frases que pueden construirse respetando el orden de las palabras pero puntuándolas de una forma u otra para encontrar sus distintos sentidos. Ojo, eso incluye también las tildes y diéresis, llegado el caso, como signos ortográficos que son.
Pues la primera es intuitiva: «Señor muerto, esta tarde llegamos». No es del todo descabellada porque bien podría encontrarse en el texto de algún sainete o comedieta que hubieran escrito Carlos Arniches o mis paisanos los Álvarez Quintero.
Pero si hábilmente repartimos unas manchas de tinta aquí o allá, la cosa cambia a: «Señor, muerto está; tarde llegamos».
Anímense, damas y caballeros, hagan juego. Hay algunos casos francamente curiosos. ¿Recuerdan el de aquel rey que en desacuerdo con una sentencia a muerte, a la hora de firmarla cambió una coma salvando de esa forma la vida al reo? ¿O aquel anuncio en prensa solicitando un empleado, que es asu vez protagonista de un chiste?
Muchos saludos muy cordiales para todos y todas ustedes. ¡A divertirse!
Buenas noches:
Leyendo la sinopsis de la película irlandesa The eclipse en tv.guía.es, encontré esta frase:
Michael Farr está criando a sus dos hijos solo porque su mujer murió hace dos años.
De los dos sentidos que se pueden obtener, uno es muy normal, y el otro sería bastante estrambótico pero, de todos modos, ¿tanto cuesta poner una coma en esa frase? 🙂
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Un calambur:
Como de costumbre, me permito una licencia: he utilizado el término «chácara», usual en Colombia y Venezuela, que significa «monedero», o sea, en cierto modo «dinero».
—¿Mi vida? En mi barco «Mi emperador» vivo prácticamente durante todo el año. ¿Se puede pedir más? Carilla es. Precisa mucha chácara. Y cuenta grandiosa conmigo.
—Mi vida*: En mi bar comí emperador** vivo, prácticamente. Durante todo el año se puede pedir. Mascarilla es precisa, muchacha, ¡caray! Cuenta, gran diosa, conmigo.
Saludos cordiales.
* Expresión cariñosa.
** Otro nombre del pez espada.
Buenas tardes:
Me parece verdaderamente difícil intentar emular las maravillas que nos trae Robin y, además, él ha cubierto muchos casos de doble significado debido a la puntuación o calambur; sin embargo, no nos debe parar el hecho de pensar que no podemos escribir alguna frase más cortita y simple, como con la que Milord inició esta sección. Es lo que yo voy a hacer.
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No es lo mismo decir, por ejemplo, que la marta se caza con demasiada frecuencia o que la Marta se casa con demasiada frecuencia. Son frases que pudieran resultar ambiguas si las dice un seseante. Recuerdo una situación real, en la que una conocida mía, de quien sabía que tenía problemas maritales con su marido cazador, me dijo al principio de una conversación que José se había ido de /casa/. Resultó que su esposo se había ido de nuevo de caza; menos mal, pensé yo.
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Unas comas estratégicamente introducidas entre palabras en unas respuestas a preguntas.
—¿Cómo hiciste el trabajo?
—Con valentía.
—Con Valen, tía.
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—¿Qué regalo ganaste en el sorteo?
—Una catana.
—Una cata, na.
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—¿De qué está hecha?
—De cerámica.
—De cera, mica.
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O por mera adición u omisión de una letra.
—¿Qué desea?
—Un melón del caro
—Un melón del carro.
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¡Que no os cal(l)en fácilmente (je,je)! Un cordial saludo a todos.