A menos de una semana del segundo aniversario de este Café, les invito a participar en un nuevo tema de conversación.
«Nadie sabe de verdad lo que es África hasta que no ha vivido —si es que vive para contarlo— una matata mingui, que es como se dice jaleo del carajo en lingala, o sea, en una de las lenguas locales que hablan allí. Cuando eso ocurre, lo que sale en la tele no sirve ni remotamente para hacerse idea. Cuando de verdad se monta un pifostio africano, o sea, una merienda de negros de color, y mis primos se ponen hasta arriba de cerveza, o de banga, o de lo que tengan a mano, …»
(Con ánimo de ofender. Arturo Pérez-Reverte).
«Pifostio»: un jaleo, un follón, un zipizape, un cacao, un cirio (pascual), un pitote, un pollo, un cisco, un tinglado, una buena, una pelotera, la marimorena, la gorda, la de Dios, la de San Quintín. Y seguro que muchos más sinónimos, más o menos cercanos y más o menos locales.
«Pifostio», un término muy coloquial, sigue sin hacerse hueco en el Diccionario de la lengua española, ni en otros principales diccionarios (ni en el DUE de María Moliner ni en el Clave). Tendremos que esperar a ver qué criterios acuerda la RAE y demás Academias en relación con el anunciado Diccionario —del que muchos supimos aquí gracias a esta entrada de Milord—.
«Pifostio» es una de esas palabras de uso habitual en uno o más países y que buscan desesperadamente diccionario donde albergarse y lucir como se merecen. ¿Les parece una buena idea abrir un diccionario de términos en busca de diccionario?
Como siempre, agradezco mucho cualquier comentario sobre este tema.
Muchas gracias de nuevo, Robin.
Nada más leer tu última contribución a nuestra lista de palabras en busca de diccionario, «inuit», me ha venido a la cabeza «afroamericano», término que sí recoge el DLE:
El DUE también se queda ahí:
Sin embargo, me parece que la definición que se da en estos diccionarios es parcial, ya que el uso actual de esta palabra va un poco más allá. Afro-American (African-American)es habitual en EE. UU. como alternativa a black (negro), que es considerado, por bastantes americanos, despectivo o insultante. La definición que ofrece el Diccionario Clave sí es más amplia:
Y, volviendo al principio, cito de uno de los principales diccionarios de inglés, en este caso del Cambridge Dictionary:
Seguro que os preguntaréis a qué viene todo este rollo que Blasita os está dando. Creo que el hecho de que la RAE no haya incluido aún este otro significado, más general, de «afroamericano» en el DLE, pueda tener relación con la no inclusión de «inuit». Ambas podrían ser omisiones meditadas: obedecen al deseo de mantener las directrices de la RAE en cuanto a desechar las palabras despectivas que no tengan un uso extensivo en los países hispanohablantes.
Edito como aclaración: aunque no es adecuada para nuestra lista, quería simplemente establecer una relación con la última palabra aportada por Robin.
Buenas tardes:
Tomando la excelente idea de Blasita respecto a la confección de un catálogo que incluya el mayor número de palabras que por su uso frecuente deberían figurar en los diccionarios, propongo que también tengan cabida en esta sección las expresiones que a nuestro juicio no estén definidas en el DLE o lo estén de manera incompleta.
Creo que es innegable que se presentan casos en los que el usuario del DLE (que según la propia Academia es «la obra lexicográfica académica por excelencia») no encuentra información suficiente respecto al significado de determinadas palabras y expresiones y, por lo tanto, se ve obligado a recurrir a otras fuentes, en teoría de menor rango lexicográfico.
Y para colaborar modestamente, sin alharacas 🙂 , a paliar tan enojosas situaciones, sugiero la posibilidad de que se remitiera este listado de palabras y expresiones –una vez que tomase una dimensión importante– a la Real Academia, por si allí juzgasen oportuno incluir alguno de estos casos en futuras ediciones del diccionario. Por ejemplo, el siguiente:
Carta de naturaleza.
El DLE la define de este modo en la entrada correspondiente a «carta»:
Sin embargo, se sabe que esa expresión también se utiliza con frecuencia fuera del ámbito del derecho con el sentido de dar validez o entidad a alguna cosa. He aquí cuatro muestras:
La extrema vulnerabilidad toma carta de naturaleza en Soria. (Enlace 1).
La tecnología más avanzada toma carta de naturaleza en Cevisama 2017 (Feria de Muestras, de Valencia). (Enlace 2).
…la misma evolución de la lengua puede llegar a conferir carta de naturaleza a voces que durante un tiempo prolongado fueron consideradas incorrectas. (Enlace 3).
Las sentencias sobre insolvencia adquieren carta de naturaleza plena en toda la UE. (Enlace 4).
Por lo tanto, se echa en falta una segunda acepción en el DLE de la citada expresión, que debería redactarse de modo similar al que figura en el diccionario de María Moliner (DUE) después de la acepción principal:
——
Enlace 1: http://www.diariodesoria.es/noticias/soria/extrema-vulnerabilidad-toma-carta-naturaleza-soria_90478.html
Enlace 2 : http://www.economia3.com/2017/02/20/98467-la-tecnologia-mas-avanzada-toma-carta-de-naturaleza-en-cevisama-2017/
Enlace 3 : http://lasnuevemusas.com/acerca-los-barbarismos/
Enlace 4 : http://www.icnr.es/articulo/las-sentencias-sobre-insolvencia-adquieren-carta-de-naturaleza-plena-en-toda-la-union-europea
Buenos días:
La lectura de los párrafos que transcribo a continuación, extraídos de El dardo en la palabra, libro recopilatorio de Fernando Lázaro Carreter, me ha recordado la propuesta que hice meses atrás respecto a la inclusión de la expresión carta de naturaleza en nuestra lista de Palabras en busca de diccionario (ver comentario anterior).
Me ha parecido conveniente esta retrotracción, je, porque a los cuatro casos reales que cité en dicho comentario como ejemplos del uso de carta de naturaleza, puedo ahora añadir otro que sin duda tiene mucho más peso porque son palabras del citado filólogo, que como se sabe fue académico de la RAE desde 1972, y su director de 1992 a 1998.
Voy a destacar en negrita la expresión referida y, ya que estamos, permitidme que «deje hablar» a don Fernando hasta el final del segundo párrafo poque sus razonamientos me recuerdan la preocupación que en este Café hemos manifestado respecto a la invasión de anglicismos (guerra perdida), y, en otro orden de cosas, para constatar que tan eminente lingüista poseía un envidiable sentido del humor (no lo presento en el modo «blockquote» porque hay varias palabras en cursiva):
«¿Por qué invade agresivo un campo en donde no hace ninguna falta? Naturalmente, porque en inglés aggressive, significa ‘caracterizado por una gran energía, ambición o capacidad de iniciativa’ y ‘lo que resulta de tales cualidades’.
[…]
Me parece mal síntoma que ese adjetivo haya recibido en inglés tal significado: parece indicio de que la agresividad toma carta de naturaleza en las relaciones humanas, no sólo sin aprensiones, sino incluso como mérito. Allá ellos. Lo inadmisible es que nosotros recibamos el paquete con gesto acogedor y agradecido: se trata de otro petardo que ponemos en los cimientos del idioma. Yo, la verdad, ante la vista del un vendedor agresivo, ante el anuncio de una campaña agresiva, ante la convocatoria de unas instituciones agresivas, estoy dispuesto a telefonear a la comisaría más próxima».
Fernando Lázaro Carreter: El dardo en la palabra.
—–
Un abrazo.
Hola. Yendo por la alternativa que han abierto Blasita y Robin, propongo bífidus. Ya sabéis, se dice sobre todo de yogures.
Esto lo he cogido del Diccionario Clave. No está en el DRAE, y no sé en el de María Moliner porque éste no está online.
Saludos cordiales
Muchas gracias, Robin y Monic. Las apuntamos.
También se podría decir bífido, que sí tiene entrada en el DLE con otros significados:
Sin embargo, estoy casi segura de que, al menos en España, no se usa bífido con el sentido que menciona Monic.
De paso, me gustaría añadir otros neologismos relacionados con las nuevas tecnologías: wasapear, mensajear y textear. Lo único que yo también he encontrado en los tres diccionarios seleccionados en esta conversación —que conste que siempre aquí estamos abiertos a más obras académicas— ha sido mensajear en el Clave. A mí me parecería normal introducir wasapear, así como guasapear, en los diccionarios. Textear sería la última de mis elecciones actualmente.
Saludos.
Buenos días:
Me parece un buen hallazgo, Monic. Bífidus no está en el DLE, como bien dices, pero sí lo tenemos en el María Moliner:
Sobre esto, he estado indagando un poco en internet y me he encontrado con multitud de páginas en las que se considera muy conveniente la ingesta de productos que contengan bífidus porque mejoran en gran medida la flora intestinal; pero también he dado con otras (esta, por ejemplo) que aseguran, basándose en estudios científicos, que esas bacterias no producen ningún efecto (incluso estorban: no tiene sitio donde instalarse) en las personas sanas, puesto que éstas tienen su flora intestinal muy equilibrada.
Entonces, pregunto: ¿las respectivas definiciones que nos dan el DUE y el CLAVE de bífidus son científicamente fiables? ¿No estarán dando falsas esperanzas o, dicho de otro modo, haciendo publicidad involuntaria de los productos que contienen esa bacteria?
Otra pregunta: ¿Quién me mandará a mí meterme en este embrollo?
Y ya termino: Por lógica aplastante, si los animales herbívoros tienen una magnífica flora intestinal, los animales carnívoros tendrán una estupenda fauna intestinal, ¿no? 🙂
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Respecto a wasapear o guasapear, Blasita, yo creo que si alguna vez los académicos deciden aceptar ese verbo (con letra redonda, no cursiva), se planterán la disyuntiva de escribirlo con «g» o con «w», puesto que tenemos antecedentes de ambos casos: whisky –> güisqui; winch –> güinche (especie de grúa); water polo –> waterpolo; web –> web; etc.
Y tal vez mantuvieran la «t» intermedia; no sé, son conjeturas.
En todo caso se te agradece que no pares de investigar en ese campo de los neologismos. 🙂
Que tengáis un buen fin de semana. Abrazos.
Buenas noches a todos:
No sé si os pasará alguna vez a vosotros, pero a vueltas con los bifidus que ya nos son tan familiares (me refiero a los que contienen los yogures), me he dado cuenta de repente de que a mí no se me había ocurrido ni por asomo que pudieran tener alguna relación con el adjetivo bífido .
Oír bífido y venirme a la cabeza esos bichos que reptan es todo uno. ¡Uaj, qué sensación más extraña! No sé si de ahora en adelante me voy a tomar el yogur con tanta afición…
Un beso.
Buenos días a todos:
Me parecen muy buenas las cuestiones que planteas, Robin. Estoy de acuerdo en que la definición de «bífidus» tendría que ser neutra y, por esta razón, yo daría por buena la definición del Clave. La definición que propongo sería: ‘bacteria del grupo de los lactobacilus con propiedades dietéticas’. A ver qué os parece. Podemos hablar de propiedades sin querer decir necesariamente beneficios. Asimismo podríamos hablar de «cualidades», aunque yo prefiero «propiedades».
Es verdad, Madri, «bífido» no transmite buenas sensaciones y los fabricantes de lácteos lo saben. Sabemos que en general vende más la palabra biensonante y con buenas asociaciones; y si se puede hacer gerunding, ya ni te digo.
Gracias por comentar sobre esos nuevos verbos, Robin. He leído una nota que aparece en la Ortografía sobre la adaptación de whisky —extranjerismo que, por cierto, se conserva en el DLE—. La Ortografía habla del rechazo por parte de algunos hablantes del sonido /g/ para representar /w/ («güisqui») y, por lo tanto, da preferencia a «wiski» por su cercanía con el original (w y k etimológicas) —adaptación que, curiosamente, no aparece en el DLE. Recordaréis que al principio se usaba la v para adaptar la w, como por ejemplo «vatio» (watt), «vagón» (wagon). Me da la impresión que el criterio actual es el que he mencionado antes y, así, se preferiría «wasapear» a «guasapear» en una hipotética entrada en el Diccionario.
Buen día. Un cordial saludo a todos.
Buenos días:
Gracias, Blasita, por tus estupendas aportaciones.
Sin embargo, con relación a bífidus, lamento no coincidir contigo en la conveniencia de mantener el adjetivo dietético, a en su definición.
Es que con la introducción de ese término se da a entender, a mi juicio, que las propiedades del producto son adecuadas para la salud (definición del sustantivo dietética en el DUE) o convenientes para la alimentación (id. en el DLE), y por lo tanto que el consumo de bífidus es recomendable. En fin, no lo veo procedente por tratarse de un diccionario.
En cambio, por lo que dices respecto a la adaptación de la «w» a nuestro idioma, coincido contigo en que es muy probable que la Academia acepte wasapear como acción de enviar o intercambiar WhatsApps. Sí, porque, ya hace años que estamos familiarizados con esa letra, aunque no haya –que yo sepa– ninguna palabra de origen español que la contenga. Por eso, en aquellos tiempos en que tuve que aprender de memoria el abecedario (que lo recitábamos en la clase de doña Manolita cantando), no estaba la «w». 🙂
Muchos abrazos.
Pues sí, Robin, tienes razón sobre «dietético». Gracias. Aunque, en rigor creo que sí que se podría usar, ya que se puede referir a la dieta como alimentación en general, es cierto que puede tener la connotación positiva de alimentación adecuada. Entonces ¿cómo creéis que deberíamos escribir nuestra definición? ¿Bacteria del grupo de los lactobacilus empleada en alimentación (para evitar también «dieta»)?
Un abrazo.
Sí, Blasita, estoy de acuerdo contigo en las dos consideraciones que has hecho, es decir, en que en rigor se podría usar el adjetivo dietético referido a la dieta como alimentación general, de eso no cabe duda; pero también en que se asociaría rápidamente a los productos propios de la dietética («Disciplina que trata de la alimentación conveniente», según el DLE), porque representan un sector alimentario que tiene cada día más auge.
Entonces, mi propuesta de definción es la que da el DUE (está más arriba, en mi comentario del pasado día 7) pero, lógicamente, eliminado la parte que hace mención a los beneficios para el organismo, o sea:
Esperemos que lleguen más opiniones.
Un abrazo. 🙂