Nace así, queridos amigos, una nueva sección titulada a modo de aquellas entrañables historietas de los tebeos españoles que leíamos algunos que ahora peinamos canas. Como ese «Rigoberto Picaporte, solterón de mucho porte» o «La familia Trapisonda, un grupito que es la monda». ¿Se acuerdan?

Pues bien, DRAETE es el hermano poco conocido de la familia de los diccionarios de la Real. Tan poco conocido que no lo conoce nadie. Y es normal. Pronto fue proscrito y desheredado por su falta de educación y carencia de formas. De niño iba siempre con las rodilleras rotas, lleno de churretes y los cordones de los zapatos sin abrochar. Ya adolescente, se metía en las piscinas de las urbanizaciones a bañarse por la cara y, ahora de mayor, su afición favorita es colarse en las bodas para morrear a la novia y jalarse los canapés de gorra. Transgresor, independiente y verso suelto de cualquier poema, contiene las definiciones divertidas o disparatadas  que su hermano mayor, el serio, no puede permitirse. Algunos ejemplos:

«Leyes»: Melchol, Gaspal y Baltasal.

«Gitano»: hombre dulce y exquisito. Hasta tal punto que sus brazos se toman de postre.

«Juanete»: como le llama el personal a don Juan, el director, cuando el enano no está presente.

«Guisante»: persona que guisa.

Y cosas así.

Observen que no se trata de localismos o jerga coloquial que pueda impedir la comprensión a la mayoría de la comunidad hispanoparlante, sino de agudas asociaciones entre las palabras y sus significados.

Ni que decir tiene que están ustedes todos invitados a engrosar la lista de términos que deberían formar parte de este diccionario gamberro. Pero hay que cumplir una condición: tienen que ser aportaciones originales, de su propia mollera, o en su caso, que hayan oído o leído por ahí. Nada de gugleteo y copia-pega de Internet, que eso está chupado y lo hace cualquiera. Miren que ando al loro y ya los he pillado en algunas ‘comodidades’ en el hilo de los chistes lingüísticos, so frescos. Venga, damas y caballeros, hay que currárselo.

(Pero como una cosa es predicar y otra dar trigo -je je-, y lo cortés no quita lo valiente, aquí cito las fuentes de donde he obtenido mis ejemplos, ¿o pensaban que soy yo tan ocurrente?: Diccionario ilustrado de Cipriano Telera, de mi simpar* paisano J. Antonio Garmendia. Pero prometo que las próximas serán mías).

Divertidos saludos para todos.

*Busquen una interesante discusión del término en el Centro Virtual Cervantes