Hola, buenas:
Cuando hace unos días Milord (¿o deberíamos llamarlo Ourlord? je, je) escribió la entrada «Ineluctable» comprendí que acababa de crear una sección dedicada a traer y comentar en este blog palabras o acepciones de palabras que son poco usuales aunque la Academia las mantenga en su diccionario como de uso normal y generalizado.
Hay tantas, que podríamos convertir este sitiio en un blog monográfico, pero eso no es, naturalmente, lo que queremos. Por ese motivo, antes de plantear yo un asunto de este tipo (en la entrada siguiente) he dejado pasar más de una semana desde la citada intervención de Milord, a fin de que, como digo, haya variedad de temas en este blog.
Se trata de algo subjetivo, obviamente, ya que cada uno de nosotros tiene su propio léxico, de manera que lo que para unos resulta desconocido, para otros puede ser algo archisabido, y probablemente será a la inversa en otros supuestos. De todo modos, para exponer casos de esta índole hay que ser valiente (como yo 🙂 ) porque hay que comenzar por hacer públicas nuestras lagunas idiomáticas.
Hola a todos:
Madri, para mí es muy conocidísima. Realmente pensé que era una palabra castellana. La aprendí de muy niño (12)
Creo que a Mesmer se le considera como el padre del hipnotismo, o por lo menos uno de sus más tempranos contribuyentes.
Saludos.
Hola, Madri, Chileno y todos:
La conozco exclusivamente por el inglés. Jamás la he oído en español.
El DUE sí la recoge:
Un saludo y buena semana.
Me he quedado mesmerizada. Está visto que no hay nada nuevo bajo el sol.
Un abrazo
Ahora son las 3:24 del lunes 12 de octubre, y hemos alcanzado por aquí el conticinio perfecto. Momento adecuado para añadir este término de poco uso, según el DRAE.
¡Qué delicia tanto silencio roto solo por el tecleado inevitable!
Y noctiluca. ¿Habíais oído alguna vez llamar así a las luciérnagas?
Pues no, nunca, Madri. Fíjate, a mí me suena más como protozoo marino, pero no como el insecto. Es el término latino y ya aparecía como «luciérnaga» en el Diccionario de 1780. Si no es un uso común hoy en día, ¿por qué se deja tal cual en el DRAE? No entiendo por qué incluir términos técnicos en un diccionario de uso, así que supongo que alguien lo empleará habitualmente en alguna parte.
CIAR – CEJAR – RECULAR
Sean honestos: ¿cuando quieren decir que alguien anda hacia atrás, o que ha reconocido un error y cambia de opinión, cuál de ellas usan?
Cálidos saludos para todos.
(Es que culo es mucho culo)
La tercera para quien anda hacia atrás, pero si lo que hace es retractarse, pues… retractarse.
Un abrazo, Milord, si me lo permite.
Buenos días:
Honesta y modestamente, Milord:
El verbo ciar lo conocía porque sale con frecuencia en los crucigramas (remar hacia atrás). Sin embargo, con el sentido de retroceder una persona o con el de abandonar algo que se había emprendido, jamás lo había visto escrito ni oído.
A mi entender, cejar es más usual, pero solo a partir de cierto nivel cultural; y en forma negativa va casi siempre unido a otra palabra, de manera que ya es casi una expresión hecha: No cejar en el empeño (como Madri cuando quiere resolver un problema de ajedrez, je je).
Lo del culo ya es más delicado, tal como usted apunta. Recular se emplea mucho aplicado a la maniobra de dar marcha atrás a los vehículos. Y más que recular, por aquí se dice –sin ningún complejo– entrar de culo (por ejemplo en un aparcamiento en batería o en una plaza de garaje). Pero, claro, si la conductora del automóvil (un Mercedes clase S, por supuesto) fuese su señora esposa, Milord, yo no osaría decir tal cosa.
La segunda acepción de recular (DRAE): «2. intr. coloq. Dicho de una persona: Ceder de su dictamen u opinión», también es de uso frecuente (aunque menos que retractarse, como señala Madri); pero en el terreno de lo coloquial, para estos casos y en la forma negativa, quizá se utilicen más otras expresiones como no dar su brazo a torcer; no querer bajarse del burro; seguir en sus trece; etc.
Respetuosamente, como siempre, ilustrísimo señor.
Muy buenas tardes, Milord y todos:
Recular es sin duda el más común para mí, tanto en el sentido figurado como en el no figurado. Cejar es también habitual en frases como la que menciona Robin: no ceja en su empeño (propósito, lucha, etc.). Pero recular es muy coloquial; yo diría que exclusivamente coloquial.
Ciar y cejar como retroceder o ir para atrás son inexistentes en mi lenguaje coloquial.
Acabo de descubrir el verbo condesar.
Lo he encontrado en un crucigrama como sinónimo de ahorrar. Y todavía aparece en el DLE con dos acepciones: solo la segunda lleva indicación de «desus.»
Ya sabéis, quien come y condesa, dos veces pone mesa.
Un saludo a todos.