Hola, buenas:
Cuando hace unos días Milord (¿o deberíamos llamarlo Ourlord? je, je) escribió la entrada «Ineluctable» comprendí que acababa de crear una sección dedicada a traer y comentar en este blog palabras o acepciones de palabras que son poco usuales aunque la Academia las mantenga en su diccionario como de uso normal y generalizado.
Hay tantas, que podríamos convertir este sitiio en un blog monográfico, pero eso no es, naturalmente, lo que queremos. Por ese motivo, antes de plantear yo un asunto de este tipo (en la entrada siguiente) he dejado pasar más de una semana desde la citada intervención de Milord, a fin de que, como digo, haya variedad de temas en este blog.
Se trata de algo subjetivo, obviamente, ya que cada uno de nosotros tiene su propio léxico, de manera que lo que para unos resulta desconocido, para otros puede ser algo archisabido, y probablemente será a la inversa en otros supuestos. De todo modos, para exponer casos de esta índole hay que ser valiente (como yo 🙂 ) porque hay que comenzar por hacer públicas nuestras lagunas idiomáticas.
Y yo vengo con una acepción que es un arcaísmo (la primera: ‘agravio’). Del DLE:
La RAE misma asume que es un arcaísmo (ver cita del DPD un poco más bajo), pero no le ha añadido marca alguna en esta última edición del diccionario académico.
La razón por la que se siguen manteniendo este tipo de términos en el Diccionario parece ser esta (de la página web de la RAE):
Esto explica el criterio general que han seguido. En el caso de ‘poco usado’ ya sabemos que depende de dos factores, no solo de uno.
Me pregunto entonces lo siguiente: ¿esta acepción que he mencionado aquí no merece ninguna marca? ¿Por qué? Forma parte de la entrada y se muestra sin marca. El primer arcaísmo cuya vigencia actual está probada (???). En fin, que parece un olvido, ¿no os parece?
Aprovecho para decir que las dos palabras que mencioné el pasado agosto (murciégalo y toballa) ya aparecen con la marca de ‘desusado’ en el nuevo Diccionario.
Buenas noches a todos.
Buenos días:
Por lo que yo percibo en el día a día, la palabra entuerto no es de uso común, ni mucho menos, cuando se trata de contextos formales. Por ejemplo, en una demanda judicial por agravios, no creo yo que como sinónimo de esta palabra se utilice en algún punto del escrito el término entuerto.
Otro ejemplo es el de la expresión agravio comparativo, que alguien pronunció hace algunos años y que se extendió rápidamente; tanto es así que fue recogida en la edición 22.ª del DRAE en la página correspondiente al vocablo «comparativo» (en cambio, en la 21.ª no figuraba). Pero a lo que yo iba con este ejemplo era a decir que estoy convencido de que a nadie se le ha ocurrido ni se le va a ocurrir utilizar la expresión –en teoría equivalente– entuerto comparativo. (Es que hasta suena un poquitín grotesca).
Así, pues, por estos casos y otros similares habría que pensar en que entuerto es un arcaísmo y debería figurar con la marca correspondiente en el Diccionario, tal como sostiene Blasita.
No obstante, puestos a buscar un motivo, aunque sea traído por los pelos, que justifique el que el Diccionario aún considere actual ese vocablo, se me ocurre que en ocasiones se emplea en artículos periodísticos (lo he leído muchas veces, doy fe) formando parte de la expresión desfacer entuertos**, que de modo coloquial o incluso en clave de humor el columnista la intercala en el texto; pero no sabría yo decir si se puede considerar motivo suficiente para mantener ese término como usual.
Gracias de nuevo, Sra. Jefa de Personal. Un abrazo y buen puente a ti y a todos.
…………..
* Se me ocurre la tontería, sobre la palabra arcaísmo, de señalar lo lejos que nos hemos ido en el tiempo para dar a una palabra o en general a un concepto el carácter de antiguo, ¿no? Es que en la era arcaica ni había personal por aquí ni se le esperaba (en muchos miles de millones de años). Pero, en fin, lo cierto es que suena muy bien el término arcaísmo, tengo que reconocerlo, y quizá sea por eso por lo que se adoptó, puesto que otros más apropiados en cuanto al tiempo, como podrían ser holocenismo o pleistocenismo, suenan de pena. 🙂
** Ahora bien, si con esa expresión quieren demostrar que han leído El Quijote, va a resultar que no. (Ver).
Buenas tardes:
Muchas gracias por tus comentarios, Robin. Interesantísimos, como siempre.
Buen sábado y un abrazo para ti y todos.
Buenos días a todos:
Desempolvo esta conversación iniciada por Robin para preguntaros por una acepción que a mí me parece que puede estar cayendo en el olvido (del DLE):
Además, «dicharacho» es un «dicho bajo, demasiado vulgar o poco decente» para el DLE, mientras que es un «dicho chocante por cualquier concepto: gracioso, impropio, vulgar, indecente, etc.» para el DUE.
Aparte de todo esto, me gustaría destacar que esa primera acepción se estrena en el DLE; en el DRAE (el antiguo Diccionario, de 2001) era otra:
No sigo hablando de la primera acepción porque creo que es posible que este otro tema se merezca una conversación propia. A lo que vamos: ¿os parece que la segunda acepción podría llevar un «poco usado», por favor?
Hola a todos.
Solo para darle gusto al músculo dicharachero, les diré que nunca había oído la palabra «dicharachos» pero si «dicharatos» por decir «dichos»…Voy a tener que indagar un poco en cuanto a esta palabrita, entre mi gente. 🙂
Saludos para todos.
Hola. Blasita, tengo que reconocer que no conocía «dicharacho», y para mí «dicharachero» es el que habla animadamente. Más que de manera ocurrente, alegre.
Saludos
Buenas tardes a todos:
Gracias a los dos, Chileno y Monic, por vuestros comentarios.
Interesante ese uso de «dicharatos», Chileno.
Un cordial saludo.
Estoy también de acuerdo con monic en que también dicharachero se usa para gente parlanchina.
Nosotros no usamos dicharatos ni dicharachos. Solo dichos. Y en los 90s apareció eso del músculo dicharachero. 😉
Buenas noches:
Me uno a vuestra dicharachera conversación, Blasita, Monic y Chileno por si, modestamente, puedo aportar algo. Mi opinión es que la palabra dicharachero es de uso muy habitual y, por lo que yo he observado, el sentido que generalmente se le da por estos pagos se podría aplicar a la persona que tiene una conversación amplia, amena y entretenida, en la que a veces incluye historias o anécdotas más o menos divertidas.
Según el DUE ese término tiene estas dos acepciones (aunque están escritas en la misma línea, separadas por la conjunción «o»):
dicharachero -a
adj. Se aplica a la persona que [1ª acepcion] prodiga en su conversación las expresiones u ocurrencias graciosas o que [2ª acepción] conversa animada y jovialmente.
Por lo tanto, el significado que yo creo que tiene puede coincidir con el de la 2ª acepción, pero no con el de la 1ª. Y me sucede lo mismo (el no estar de acuerdo) respecto a la 1ª acepción del DLE, que figura en el comentario de Blasita.
La razón es bien sencilla: que ambos diccionarios incluyen la palabra «ourrencia» (u «ocurrente») en las respectivas definiciones del adjetivo con excesiva generosidad a mi modo de ver, ya que ese don –el don del ingenio– es muy escaso y no lo tiene cualquiera, aunque se trate de personas simpáticas y de charla agradable. Y para sostener esta teoría, cuento con el respaldo de Monic, que no es poco. 🙂
En cuanto a dicharacho, tengo que confesar que no lo había oído ni visto escrito hasta ahora. Al preguntar a mis amigos, uno de ellos me ha dicho que en su pueblo natal (provincia de Cádiz) cuando alguien contaba algún hecho gracioso pero a la vez estrambótico y poco creíble decían: ¡Eso es un dicharache!
Y contestando a la pregunta de Blasita (que ya va siendo hora 🙂 ), tengo que decir que estamos ante un caso extraño, o cuando menos curioso, a juzgar por lo que dice al respecto el diccionario Espasa-Calpe de los años cincuenta:
dicharacho
m. fam. Dicho bajo, demasiado vulgar o poco decente.
dicharachero -a
adj. Propenso a prodigar dicharachos. U. t. c. s.
De esto deduzco que el sentido de este adjetivo ha evolucionado en unas cuantas décadas desde el terreno de lo procaz hasta el terreno de lo gracioso (sea ingenioso o no; eso ahora importa menos). Sin embargo, en el DLE sigue habiendo una acepción (la 2ª) que lo mantiene aún con ese significado vulgar. Es decir que estamos ante otro caso más de esos en que no podemos utilizar una palabra de nuestro léxico, ya que si llamamos dicharachero a una persona con la mejor intención, lo puede interpretar de forma equivocada, lamentablemente.
No obstante, yo me pongo en el lugar de la Academia y veo que este asunto es difícil de solucionar, ya que dicharacho no ha evolucionado y sigue siendo algo impúdico y, por otro lado, por su etimología no se puede negar que un dicharachero sea alguien que prodiga dicharachos, no se puede, del mismo modo que no se puede negar que un sombrerero es alguien que hace o vende sombreros, pongamos por caso.
Entonces, ¿qué solución le podríamos dar a este asunto? Pues vamos a ver:
1.º La que da el DLE no me gusta porque hay contradicción (positivo y negativo a la vez).
2.º La que da el DUE tampoco la considero buena porque aunque no hay contradicción como en el DLE, se olvida «alegremente» de que dicharachero proviene de dicharacho, y no lo encuentro aceptable. (Sin embargo, sí admite que sombrerero es quien hace sombreros o los vende, je je).
3.º En la que da el Espasa-Calpe actual podría estar la solución, puesto que la definición que ahora da del adjetivo es la siguiente (bien distinta de la antigua):
dicharachero -a
adj. y s. Se dice de la persona que conversa animadamente y es propensa a emplear dichos graciosos en las conversaciones.
¿Y cómo define la palabra dicharacho? Pues no la define porque la ha eliminado del diccionario por falta de uso.
Particularmente estoy muy de acuerdo con Espasa-Calpe porque, por un lado, abre ese callejón sin salida en el que estábamos atrapados y, por otra parte, porque en la definición no hace referencia a ocurrencias, agudezas ni ingenios, tal como opinamos Monic y yo mismo. 🙂
Un abrazo.
Buenos días:
Muchas gracias también a ti, Robin. Había empezado a preparar una entrada con este tema, pero tu exposición es tan buena que no creo que haga falta. 🙂
Hay que ver la de variedades que puede tener una sola palabra a veces, ¿verdad? Yo no había oído ese dicharache que recuerda tu amigo, pero sí dicharacha (que, por cierto, recoge el DUE). Mi uso de dicharachero coincide con el de vosotros, pero sí he visto escrito dicharacho alguna vez que otra.
Fíjate, tal cual está dispuesto actualmente el DLE, yo no prescindiría de la entrada de dicharacho, sino que le pondría una marca de poco usado. El hecho de que hayan decidido conservar allí bastantes términos que no se emplean ya o que apenas se usan aduciendo que son necesarios para leer a los clásicos hace que me incline por dejar esa segunda acepción del adjetivo y el sustantivo, por simple cuestión de coherencia. A mí también me gusta cómo lo define el Espasa-Calpe: refleja el uso actual y se olvida de un significado que no se usa apenas o que no es significativo. Parece un diccionario mucho más centrado en el presente y en el lenguaje del día a día.
Buen día para todos y gracias de nuevo.