Buenos días amigos:
Espero que estéis disfrutando de las fiestas y aprovecho para desearos todo lo mejor a lo largo del año venidero.
El otro día mantenía una conversación con una amiga sobre el tema de «hacer infusiones» (de té, manzanilla etc.) Yo empleé el verbo infundir y ella el verbo infusionar. Me puse a investigar y parece ser que actualmente se emplea casi siempre infusionar en la jerga gastronómica.
Pero la anécdota me hizo recordar que en los medios de comunicación se oyen y se leen muchos ejemplos de verbos derivados de sustantivos que a su vez fueron derivados de un verbo. Se me ocurre ahora explosionar. En comparación con explotar, este verbo parece tener dos ventajas: 1) puede ser transitivo e intransitivo con lo que vale para expresar «hacer explotar» y simplemente «explotar» 2) no hay posible confusión con otros sentidos de explotar, es decir, «aprovechar/abusar».
Como nunca tengo una idea original, me imaginé que no sería la primera en ponderar este asunto y encontré lo siguiente en internet.
Y ya solo me queda pediros vuestras reacciones/opiniones. Yo siempre os escribo desde el punto de vista de una hablante no-nativa del castellano y me interesa mucho saber cómo sentís vuestro idioma.
¿Creéis que estos verbos tienen su utilidad o justificación? ¿Os parecen «artificiales», estén aceptados o no por los diccionarios y las academias? ¿Podéis añadir más ejemplos?
En vuestras manos lo dejo,
Un saludo cariñoso,
Nibbles
Buenas tardes, Nibbles:
Gracias por tus buenos deseos para este año que acaba de comenzar. Que te traiga a ti solo lo mejor de lo mejor.
Interesante tema el que planteas, el de la derivación verbal, que me parece que puede ser, además, algo complejo y en algunos casos polémico.
Voy a empezar con un verbo que me sorprendió en su día, cuando un amigo argentino lo usó en uno de sus correos: «hinchar» como verbo derivado del sustantivo «hincha» en el ámbito deportivo. Mi sorpresa fue encontrarlo en el DLE:
Recuerdo dos comentarios que la RAE incluyó en dos contestaciones a sendas consultas que yo les había realizado: no todos los términos que se consideran correctos están incluidos en el Diccionario de la lengua española y no siempre se pueden formar verbos de sustantivos, con lo que a veces es inevitable el apoyo de otro verbo, como «hacer», o el uso de otro verbo o giro que signifique lo mismo que el verbo repudiado. Y en este punto es lógico plantearse la pregunta del millón: ¿cómo saber si es correcto un verbo que no aparece en el Diccionario? Existen consideraciones, como si se mantiene el significado del sustantivo, la etimología, su evolución a lo largo de la historia. Creo que la morfología es un campo apasionante a la vez que complicado, y el campo de los verbos derivados en especial. A mí me da la impresión de que actualmente —y lógicamente dejando aparte que su formación sea correcta— para las Academias el criterio con más peso es cómo de extendido esté el término.
Otro ejemplo. ¿Pensaríais que «jardinear» es un verbo aceptable? Pues sí y también está en el DLE:
Oigo a menudo verbos como el que mencionas y como los que se incluyen en ese artículo al que nos envías. Tenemos una facilidad asombrosa para formar verbos en español; cogemos un sustantivo u otra clase de palabra, le añadimos una desinencia y ya tenemos un verbo. Hay uno que he oído por ahí que me resulta realmente pintoresco: mentorizar (mentor). No aparece en los diccionarios y tiene toda la pinta de ser un ejemplo de invención incorrecta. A mí hay veces que este fenómeno me recuerda a lo que se hace en espanglish, como lonchar, (de lunch); no es lo mismo porque estos son híbridos, pero no puedo evitar pensar en que existe alguna semejanza que otra.
Un saludito.
Feliz Año Nuevo a todos! Que este año sea el mejor para todos. 🙂
Nibble y Blasita:
Generalmente estas palabras surgen por el hecho de hablar burlonamente usando sustantivos comunes como verbos. Habrá casos en que sea por ignorancia etc, pero todas esas palabras logran enraizarse en el idioma, formando parte de la jerga del país y eventualmente logran llegar a ser palabras aceptadas por la RAE cuando se le pide que considere la dichosa palabra como parte del idioma castellano.
Saludos y los mejores deseos para este año que comienza, un abrazo.
Un saludo y mis mejores deseos también para ti, Chileno.
Me gustaría añadir un verbo muy relacionado con estas fechas, que este año ha utilizado como eslogan un hipermercado de origen francés para asociar la Navidad con el consumo: navidear.
Hola Blasita:
Claro que sí, la burla puede comenzar convirtiendo palabras de otro idioma al castellano. Spanglish, Franglish etc. Y antes de que uno de se cuenta ya todo el mundo la usa.
🙂
Pues sí. Sin ser yo un experto en estas cosas, supongo que un altísimo porcentaje de nuestros verbos resultan de haber verbalizado sustantivos. Anda la osa, miren, aquí salta el primero, verbalizar.
No hay que negar el evidente éxito de algunos de esos «inventos» (monitorizar, escanear…) provenientes de una actividad de la que me declaro fan, inventar palabras. Por eso les confieso sin rubor que cada vez que lo necesito en mi ámbito laboral empleo el verbo pedefear sin cargo de conciencia alguno porque, como dice el artículo que aporta nuestra querida Sra. nibbles, es un vocablo que aporta valor al idioma y lo hace más eficaz: describe algo que antes no se conocía y evita un circunloquio inútil.
El andar por el filo de la navaja de lo lingüísticamente correcto por aceptar «palabros» en nuestro uso cotidiano de la lengua tiene ese encanto. ¿Dónde termina la elasticidad de nuestro idioma y empieza la tergiversación o adulteración de la misma?
Buenas noches a todos. Les remito mis mejores deseos de suerte y salud para el año 2016 y resto del siglo XXI.
Muchas gracias a todos por vuestras respuestas. Como de costumbre, se me olvidó marcar la casilla para que me llegasen las notificaciones por lo que no las he visto hasta ahora.
Creo que no me he explicado bien. En realidad, no me refería solo a verbos creados a partir de un sustantivo (como el encantador pedefear o el horroroso navidear), sino aquellos que han pasado por dos transformaciones: primero de verbo a sustantivo y luego otra vez a verbo, dándonos dos verbos para elegir: promover ->promoción ->promocionar etc.
De todas formas, me parece entender que aceptáis estas formas sin demasiados miramientos.
Y sí, Blasita, entiendo que los compares con el Spanglish etc. porque en ambos casos volvemos a la misma pregunta: ¿Para qué recurrir a este «invento» si ya tenemos un vocablo perfectamente válido? (No es el caso de pedefear, y por eso me parece encantador).
De nuevo, gracias a todos por responder.
Hola Nibbles:
Creo que todos te entendimos. Eso pasa hasta en tu propia lengua, o no?
Y creo yo que comienza, generalmente, como lo describí.
Me alegro de que se me haya entendido, Chileno. No se me ocurren ahora ejemplos de este «fenómeno» en inglés, pero los habrá, seguramente.
Lo siento, me parece que yo sí que me he podido desviar un pelín del tema principal.
Seguro que hay bastantes más, ¿a alguien se le ocurre algún otro? Y sí, a mí también me gustaría encontrar algún ejemplo de este fenómeno en inglés (como también en cualquier otro idioma).
Fijaos en el «sentido» que tiene la formación de muchos de estos verbos —se hayan hecho un hueco en el Diccionario o no— porque son fácilmente reconocibles y se requiere un nulo esfuerzo por parte del hablante. Es decir, «promocionar» deja muy claro que viene de «promoción», «infusionar» de «infusión», más obvios que «promover» e «infundir», y así uno no tiene que pensar demasiado. Se trata de un uso acomodaticio y contagioso.
Muy bueno ese «pedefear», Milord. «Faxear» está ya en el DLE, con lo que supongo que «mensajear» se podrá hacer con un huequito en el próxima edición, o quizá «guasapear» o algún verbo relacionado con otro sistema de mensajes futuro. La Fundéu ya habló de que «wasapear» (esta grafía me gusta a mí menos aunque ellos la prefieren) y «mensajear» eran adaptaciones o derivados correctos. Quizás se ponga de moda «tablear» como usar la tableta o vete tú a saber qué vendrá.
Muy buenas tardes:
Uno más: «recepcionar» un documento, etc. con el sentido de ‘recibir’. «Recepcionar» (derivado de «recepción»).