Buenas tardes:
No es frecuente que las personas a las que denominamos cultas en un sentido amplio del término cometan faltas en sus manifestaciones escritas u orales, salvo que se trate de algún error puntual y, desde luego, involuntario.
Aun así, he podido observar que existe un mal uso moderadamente extendido de algunas palabras por parte de personas instruidas, tanto en el leguaje escrito como en el oral, y del que voy a citar por el momento dos casos:
1.- La palabra espécimen se emplea alguna vez que otra sin su acento, tanto el gráfico como el prosódico, según el caso. Ya me referí en una ocasión a este término en el Café Blasita, y recuerdo que dije habérselo oído pronunciar mal a un político que ocupaba un puesto relevante, por poner un solo ejemplo.
La Academia cita este vocablo en su DPD, lo cual es señal evidente de que sabe que existe esa desacertada práctica en personas de «altura», extremo que rechaza, sí, aunque lo justifica en cierto modo como si se tratara de la tosferina (ya conocemos por otros casos el «buenismo» del DPD):
«espécimen.‘Muestra o ejemplar’. Es voz esdrújula. En plural, el acento prosódico cambia de lugar: especímenes (no espécimenes). Por contagio del plural especímenes, en el que es tónica la i, se usa con frecuencia en singular la forma llana especimen [espesímen, espezímen], no admitida en la norma culta».
2.- Otra palabra que está en este caso –más importante que el anterior, por ser un término más usual– es resurrección, que muchos escriben y pronuncian resurección.
Precisamente, lo que me ha movido a escribir este comentario ha sido el hecho casual de haberla oído ayer mal pronunciada públicamente dos veces y por personas distintas: una de ellas, en una emisión matinal de radio, dicha por un conocido periodista; y la otra, en una ceremonia a la que tuve que asistir por la tarde, dicha por un sacerdote.
La Academia cita, a través del CORDE, ocho obras en las que se ha escrito resurección* (una de ellas, de la inconmensurable Emilia Pardo Bazán, y cuatro obras en el CREA (entre ellas, una de la galardonada Carmen Martín Gaite.
Añado el dato de que todos los diccionarios de la Real Academia (desde el de 1780 hasta el actual) registran la palabra resurrección con dos erres intermedias. No podía ser de otro modo porque proviene de la palabra latina resurrectio.
Y en cuanto a su utilización en «todos los niveles», Google nos ofrece unas 300.000 páginas**, nada menos, en las que también figura mutilada la repetida palabra (ver).
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Probablemente existan más casos como estos, por lo que yo creo que sería interesante hacer una lista de ellos poco a poco, entre todos.
Un abrazo. 🙂
* No se puede descartar que sean errores de imprenta.
** No parece que estos puedan ser también errores de imprenta.
Buenos días:
Decía Monic en esta sección el 15-6-18:
«¿Y qué tal la pronunciación de “g” como “j”? Lo oigo a veces de personas que se supone son instruidas. “Ijnacio”, “sijno”, “benijno”, etc. También se me ocurre la de “s” por “x” pero ésta no creo se dé en personas cultas».
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Efectivamente, Monic, se da con cierta frecuencia el error que supone cambiar la «s» por la «x» y a la inversa, en palabras como espléndido, extirpar, explanada y otras; pero no sólo en el lenguaje oral sino –lo que es más chocante– también en el escrito. Veamos algunos ejemplos concretos :
Agustín Gómez-Arcos (clic). Interview de Mrs. Muerta Smith por sus fantasmas. 1991.
José Manuel Fajardo (clic). La epopeya de los locos. 1990.
Joaquín Giménez-Arnau (clic). Las islas Transparentes. 1977.
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Continuará.
Buenos días:
Llega a esta sección un insigne novelista español por haber escrito la locución adverbial en medio unida (enmedio):
Eduardo Mendoza (clic). La ciudad de los prodigios. 1986:
No obstante, este caso podría ser motivo de controversia por lo siguiente:
Por un lado:
–El DUE admite el término enmedio, del cual indica que es una «variante ortográfica, no corriente, de en medio».
–Según el CREA hay más de cien documentos con la grafía enmedio.
–La Fundéu augura su aceptación en el futuro por parte de la Academia (ver).
Por el lado contrario:
–El diccionario de la Academia no lo recoge en la edición en vigor ni en ninguna de las ediciones que figuran en el Mapa de diccionarios académicos que nos facilitó Blasita.
–El DPD dice en esta página (punto 4) «No se admite la grafía enmedio».
–La NGLE responde así a la búsqueda: «No hay casos de enmedio».
Pues así están las cosas. Por último, quiero pasaros una expresión que he encontrado leyendo la página del DLE correspondiente a «medio, -a»:
Tremendo, eh.
Un abrazo.
Buenos días:
Tampoco es raro el error que se produce al confundir el significado de palabras diferentes que tienen la misma pronunciación, como sucede en estos ejemplos, en los que se da a revelarse el sentido de rebelarse, y a recavar el de recabar:
Alfa y Omega. Semanario católico de información, nº 347, 27/03/2003.
Miguel Garrido Atienza (clic). Las fiestas del Corpus. 1898.
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Un abrazo.
Hola:
Buenos especímenes, Robin. Tengo que decir que a mí no me gusta la grafía enmedio.
¿Y recordáis ostentóreo? Aunque Jesús Gil hizo este híbrido famoso, el inolvidable Juan Benet ya lo había usado.
Saludito.
Buenas tardes:
¿/Témpura/ o /tempura/? Hoy he oído lo primero de alguien que entra en el conjunto de personas instruidas. Yo la pronuncio y la oigo por aquí como llana y me ha sorprendido la pronunciación esdrújula. Me pregunto si será por influencia del inglés. Entrada del DLE:
«Témpura» me ha hecho recordar otros cambios de acento que tratamos en esta otra entrada.
Un saludito.
Hola Blasita y todos. No estoy seguro de que el mensaje que envié como respuesta a través de un email llegara. Así que aprovecho aquí a mandarles mis más cordiales deseos de que pasen un muy buen fin de año y que el próximo año sea mucho que mejor que este. 🙂
Que yo sepa «tempura» es una voz japonesa y se pronuncia témpura.
Bueno, eso sería todo por el momento.
Un abrazo todos.
Hernán.
Hola, Chileno:
Una alegría verte de vuelta en el Café y gracias por tu comentario sobre «tempura».
Sí, yo también tengo entendido que se dice así en japonés, sin embargo, la última edición del Diccionario de la lengua española lo incluyó como «tempura» y no «témpura» —por cierto que es la primera vez que aparece en en este diccionario—. Según los tuits escritos por la Fundéu hace algo más de cinco años, la elección de palabra llana ante esdrújula es debida al mayor uso de la primera. En general, cuando se ofrece como prueba irrefutable un mayor número de entradas en Google u otro navegador, a mí me da yuyu. Los tuits en cuestión:
Un abrazo, Hernán.
Gracias Blasita:
Todavía no estoy en casa, pero ya pronto lo estaré. 🙂
En este caso RAE y demás instituciones castellanas, no pueden remitirse al japonés escrito entonces miran como se escribe en inglés y basado en eso fijan las reglas…sin tener en cuanta la pronunciación japonesa de la palabra. Eso es lo que pienso, en todo caso.
Un abrazo.
Buenos días:
Muchas gracias, Blasita y Chileno por vuestras opiniones.
En efecto, he podido comprobar a través de internet que se utilizan las dos formas: tempura y témpura, pero muchisísimo más la primera de ellas.
Entiendo que si el DLE la registra como palabra llana es porque se ha asegurado de que es así como la pronuncian los japoneses. Es de sentido común. No obstante, lo que ha dicho Chileno me ha dejado pensativo, y explicaré por qué (a quien no tenga prisa):
El diccionario de María Moliner, que también la registra como palabra llana, dice lo siguiente:
Llegados aquí, es natural que queramos saber cómo se pronuncia tempora en latín (perdonad que no disponga de la tilde), pero para continuar con esta investigación hay que pasar a los traductores de google, y SUPONER QUE SON FIABLES. (De lo contrario, no tendría ningún valor lo que diga yo a continuación).
Bien, pues al escribir tempora en el espacio correspondiente a la palabra latina, observamos que el altavoz la pronuncia así: /témpora/ (muchos de vosotros ya lo sabíais). Por lo tanto, aquí tenemos la respuesta respecto a la acentuación con que recibieron los japoneses esa palabra y, probablemente, la forma en que se trasmitió de una generación a otra.
Para estar más seguros, vamos al traductor de japonés y trancribimos esto: 天ぷら , (que es como ellos escriben tempura o témpura, previamente averiguado) y la pronunciación que nos da el altavoz es: /témpurá/, es decir, un sonido más próximo al de palabra esdrújula que al de palabra llana.
Y para rematar la faena, he llamado (dejo de hablar en mayestático, je je) a un restaurante japonés y después de preguntar el horario y otros datos al amable japonés que me atendió, conversamos más o menos como sigue:
–¿Y tienen ustedes témpura en el menú?
–Sí, sí, nosotlos hacemos témpula todos los días.
–Ah, muy bien: a mí me gusta mucho. Pero dígame una cosa: ¿en japonés se dice témpura o tempura?
–Depende. Aquí decimos tempula polque es más culto, pelo en mi pueblo (que no son tan cultos, ji ji ji ji) dicen témpula.
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Y en este punto ya me rendí. Que cada uno saque sus conclusiones.
Un abrazo. 🙂
Gracias Robin por tan acertada y graciosa intervención. 🙂
La marca de de cerveza japonesa Sapporo también se pronuncia Sápporo. 😉
Un abrazo a todos.
Robin, gracias por tu comentario sobre la pronunciación de «g» como «j» y «x» como «s»,.
Nunca había visto escrito «enmedio» y hubiese pensado que era sólo un error, no veo necesario aceptarlo. ¿Si un escritor empieza a escribir cosas como enabsoluto, sinembargo se darán también por buenas?
Y por último comento la de Blasi, la «témpura» o «tempura», o témpula, tempula, (jejeje). A mí también me ha encantado tu última intervención, Robin. ¿No valdría con añadir «témpura» que lleve a «tempura» como otras palabras cruzadas que hay en el DRAE?
Chileno, lo mismo deseo para ti, y para todos, que tengas un año de escándalo. 🙂
Saludos cordiales
Buenas tardes:
Se da con frecuencia en el lenguaje oral el error de desfigurar el adjetivo meteorológico –derivado de meteoro, claro– para convertirlo en metereológico.
Siendo oral, puede pasar inadvertido, pero cuando el error aparece en un escrito, los implacables corpus de la RAE lo captan y lo dejan registrado «para los restos» a la vista de todos, como ha ocurrido en sendos artículos de estos tres periódicos (y solo es una muestra):
El País, 01/12/1989 : FUERTES LLUVIAS, SOBRE TODO EN LA FRANJA COSTERA.
El Mundo, 14/11/2002 : EL CAMBIO CLIMÁTICO ESTIMULA LOS TORNADOS. Julio A. Parrado / Gustavo Catalán Deus.
ABC Cultural, 02/02/1996 : ASTROFÍSICOS ESPAÑOLES DESCUBREN TORMENTAS GIGANTES EN SATURNO.
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Un abrazo.
Buenas tardes:
Este otro error es un clásico: confundir hecho (del verbo hacer) con echo (del verbo echar), y sus derivados:
Maximino Rodríguez Vidal. (clic) La electricidad en el siglo XVIII. 1983
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Abrazos.