Hola, amigos:
A los que seáis aficionados al ajedrez (sobre todo a los finales de partidas, como me ocurre a mí) os propongo estos dos problemillas de mi invención, a fin de que si tenéis ganas de pensar en otra cosa para variar, echéis un rato en su resolución y me la comuniquéis sin tardanza para que yo os dé ese magnífico premio que siempre es una buena enhorabuena. 🙂
Ni que decir tiene que vosotros podríais hacer lo mismo, o sea, plantear problemas de vuestra cosecha o sacados de alguna publicación, indicando la fuente. (Se le irían poniendo números correlativos, claro).
Pero sí os aconsejo que el desenlace no precise más de dos movimientos ya que, a partir de tres, la cuestión se complicaría mucho por la cantidad de hipótesis que conllevaría, y no sería apropiado plantearlas y discutirlas en este medio. Ánimo y al jaque.
Un abrazo.
Amén, Robin. A mí Madri sigue dejándome sin palabras, y mira que una ya sabe de su extraordinaria capacidad para aprender y resolver todo lo que se le ponga por delante. Estoy segura de que cualquier cosa que se proponga la conseguirá.
Para escarnio público diré que yo lo intenté e incluso llegué a considerar lo del peón, pero lo debí ver mal. Con las piezas en la mano quizá pueda hacer algo alguna vez; no sé yo, me parece que no.
Es que lo de esta muchacha es de enciclopedia…, médica. En serio, debería ir a que se lo vieran, esto no es normal.
Pero la culpa es del Sr. Robin, que ha sido quien la ha empicado. Así que a la vista del éxito que ha cosechado este hilo no puede usted dejar esto así. ¿No ve a la Madri calentando por la banda deseando saltar al césped? ¡Vamos, vamos, el siguiente!
Ya está bien de coba, chicos, que si no llega a ser por un empujoncito a tiempo, ¿a santo de qué habría yo movido el peón con lo lejos que estaba? 🙂
Y como complemeto informativo debo contar que a raiz de esta partida el maestro Alexei Milordinski se retiró del ajedrez y montó en Kiev una academia de flamenco. A partir de entonces cambió su nombre por otro más artístico, ‘el niño del monóculo’. Obtuvo un éxito rotundo y se hizo de oro.
Por su parte, después de este triunfo, Misha Gordonshesko desapareció. Nadie supo donde estuvo durante muchos años. Con motivo del campeonato mundial del 64 contra el maestro inglés Forests’s Robinson apareció con su cartucho de adobodich y lo venció. Y volvió a desaparecer. Según rumores, conoció a una gitana muy guapa que lo cameló y se estableció por las zonas meridionales de la península ibérica. Algunos dicen que lo vieron jugar al ajedrez rápido en el parque de Maria Luisa de Sevilla con un chico que bien podría ser su nieto, porque estaba igual de gordo. Pero son rumores.
(Fuentes: Wikipedia)
No se me había ocurrido ni siquiera pensarlo, pero esta misma mañana he tomado conciencia de lo importante que es hacer la compra en un supermercado para mantener la mente despierta.
No hay más que pararse detenidamente a observar la cantidad de envases, de diferente cantidad y precio, de un mismo producto que hay en los estantes, y tratar de elegir con acierto el más barato (¿o económico?), el que cueste menos.
Tres ejemplos bastan.
Papel de cocina Colhogar, paquete de 4 rollos, 1,72€
Papel de cocina Colhogar, paquete de 6+2 de ¡regalo!, 3,75€
Si cojo 2 paquetes de 4, me llevo 8 rollos por 3,44€.
Aceite de oliva 0,4° La Masía, envase de 1 litro, 2,70€
Aceite de oliva 0,4° La Masía, envase económico de 3 litros, 8,60€
Tres botellas de litro cuestan 8,10€.
Detergente Todo en 1 (por centrarme en un solo tipo, porque hay muchos más) Finish para lavavajillas:
Bolsas con diferente número de pastillas y a cómo sale cada pastilla, sean de regalo o no:
37 + 15 (40% regalo) pastillas = 0,26€ c/u
26 pastillas = 0,31 c/u.
18 + 9 (50% regalo) pastillas = 0,19 c/u
75 pastillas = 0,19 c/u
25 + 10 (40% regalo) = 0,22 c/u
30 pastillas = 0,18 c/u
…
¿Para qué tanta variedad de cantidades: 75, 52, 35, 30, 27, 26? Para descubrir que el envase más barato es el que contiene 30 pastillas.
No sé si esto tiene alguna relación con los problemas de ajedrez…
Buenas tardes:
En vista de que queréis seguir jugando al ajedrez, aquí os dejo el problema nº 6.
No hace falta que diga que los peones blancos avanzan hacia la parte inferior (donde están las letras del borde) y que, por lo tanto, el peón que está al lado del rey blanco podría culminar si éste se pudiera echar a un ladito; y en ese caso se podría canjear por una dama, a continuación le daría jaque al rey negro y formaría la de San Quintín.
Pero, lástima, nada de eso va a poder ser porque casualmente es el turno de las negras, cuyo ejército diestramente dirigido por Madri, por Blasita o por Milord (o por otro espontáneo que quiera erigirse en mariscal de campo de esta batalla), darán caza al rey enemigo en sólo dos movimientos (más no porque se va a hacer de noche enseguida y no hay luna).
Recordatorio: si el rey no está en jaque y, llegado su turno, no puede moverse a otra casilla (ni él ni ninguna de sus piezas), el resultado de la partida es de tablas.
Pues, hala, adelante, que este problema es muy sencillo y sé que cuando vuelva del supermercado me lo voy a encontrar resuelto. (Por cierto, que para economizar me llevaré la lista que has confeccionado, Madri. Muchas gracias).
¿Movemos al rey negro a b5?
De acuerdo. Ya has hecho tu primera jugada. La siguiente tiene que ser jaque mate.
Las blancas mueven: el rey va a b7 y come torre negra.
Te toca.
Si muevo el caballo de f7 a d8 le da jaque y también la torre de h7, pero el rey blanco puede retroceder a b8 y ahí estaría seguro de momento, ¿no? Luego la dama negra se comía al peón blanco y luego el rey blanco a la dama negra y luego la torre negra al rey blanco. Vamos, que me he pasado de pueblo…
Creo que el rey negro no sabía lo que hacía.
Así es, si das jaque poniendo el caballo en d8, el rey blanco se te escapará colocándose en b8 (también podría ir a a8) donde estaría seguro, pero no de momento, como tú dices, sino definitivamente, ya que este juego termina cuando haces las dos jugadas. Ya no se puede seguir. No se trata, pues, de ganar la partida con equis movimientos, sino de ganarla con sólo dos.
Pero está muy bien lo que haces, Madri, puesto que es la única forma de dar con la solución: probar por aquí… probar por allá… Venga, ánimo. 🙂