Hola, amigos:
A los que seáis aficionados al ajedrez (sobre todo a los finales de partidas, como me ocurre a mí) os propongo estos dos problemillas de mi invención, a fin de que si tenéis ganas de pensar en otra cosa para variar, echéis un rato en su resolución y me la comuniquéis sin tardanza para que yo os dé ese magnífico premio que siempre es una buena enhorabuena. 🙂
Ni que decir tiene que vosotros podríais hacer lo mismo, o sea, plantear problemas de vuestra cosecha o sacados de alguna publicación, indicando la fuente. (Se le irían poniendo números correlativos, claro).
Pero sí os aconsejo que el desenlace no precise más de dos movimientos ya que, a partir de tres, la cuestión se complicaría mucho por la cantidad de hipótesis que conllevaría, y no sería apropiado plantearlas y discutirlas en este medio. Ánimo y al jaque.
Un abrazo.
Robin, de verdad, que te estás tomando mucho trabajo para darme estas clases de ajedrez por correspondencia, que yo llamaría mejor un curso intensivo, y lamento mucho no poder estar a tu altura.
Entiendo todo lo que me dices, más claro que el agua lo dejas, pero, a la hora de aplicarlo es otro cantar.
Ya no me salen ni suicidios…
Buenos días:
Te veo algo desilusionada, Madri, y lo entiendo muy bien porque hay veces en que algún asunto se nos encasquilla (afortunadamente este no tiene la menor importancia porque se trata de un juego) y de tanto darle vueltas terminamos tomándole tirria. Pues nada, no te ocupes ni te preocupes más y olvídalo completamente. Para tu consuelo te diré que se lo pasé a esos dos ajedrecistas amigos míos y el resultado ha sido que uno de ellos ya se ha rendido y el otro aún no me ha dado la respuesta.
No obstante, me gustaría terminar esta Entrada, que inicié hace varias semanas, dándote la oportunidad de que consigas una nueva enhorabuena de oro que, por el esfuerzo que has hecho estos días para resolver los problemas que he planteado (teniendo en cuenta que no tenías ni nociones de ajedrez) te la mereces más que nadie.
Por lo tanto, el problema nº 6 se lo vamos a pasar al Gordo, y que él lo resuelva entre resaca y resaca, porque a don Milord seguro que no le importa gastarse unos cuartos en otra convíá (es una insignificancia para un lord) a su amigo de la taberna Quitapesares. (Y si por el gran número de transacciones financieras que hace Milord diariamente, le coge ahora sin liquidez económica, no importa, él se las apañará de algún modo, por ejemplo empeñando el diccionario de María Moliner). 🙂
Así que voy a insertar abajo el problema n.º 7 y último. Sí, sí, este sí que es el último de verdad (por mi parte), entre otras razones porque mi cabeza ya no da para más inventos de estos, y también porque –por el tiempo que me toma hacerlos– no quiero que en casa me saquen la segunda amarilla.
Gracias por… el aguante.
Un abrazo.
No, Robin, no creas que me desilusiono tan fácil (ja) como todo eso. Solo que he puesto, por intentarlo de todas formas, hasta el tablero panza abajo. Entiendo que sigas teniéndonos en ascuas con la solución del problema núm. 6 con el fin de que no llegue a oídos de ese ajedrecista amigo tuyo que aún no se ha rendido, aunque va a resultar muy larga la espera. No sé si el rey blanco terminará ahogado o no ─creo que por el tiempo que lleva así no aguantará mucho más─, pero entiendo cómo se siente 🙂
Reitero mi agradecimiento por el tiempo que me has dedicado y para que no te vayas de vacío te diré que has conseguido despertar mi gusanillo por el juego. De verdad. Estoy pensando en bajar donde mi vecinito y echar unas partidas con él.
¿Hacemos un enroque y luego la coronación?
¡Uyyyy!, Madri, por qué poco.
Lástima, no es esa la solución por un pequeño detalle. Verás:
Pincha aquí, y te saldrá el Reglamento resumido por Wikipedia. Baja por la página y fíjate cómo están colocadas las piezas en el tablero antes de iniciar la partida; y observa que la casilla en la que hay que colocar el rey negro es la e8 (o sea, blanca), mientras que en este problema el rey está en la d8 (que es negra). Eso quiere decir que el rey ha sido movido durante la partida y, por lo tanto, ya no está permitido el enroque.
En esa página de wiki el tablero está visto desde el lado de las blancas pero para el caso es lo mismo, ya que tú también puedes mirar desde el lado de las blancas el tablero que yo he insertado si te subes mentalmente a donde dice «Un abrazo» y lo miras de arriba abajo. 🙂
En cuanto al nº 6, es cierto que no he dado la solución porque el pícaro de mi amigo podría copiarla, pero la daré en cuanto se rinda. Aunque no la voy a dar de sopetón porque sé que tú (sin descartar a nadie) la vas a sacar siguiendo un razonamiento muy simple. Ya verás.
Un abrazo.
Y digo yo una cosa: ya que tienes a mano la página del Reglamento, ¿por qué no lees –cuando termines con el pisto– el apartado relativo a «Coronación del peón», por si su lectura te sugiere vaya_usted_a_saber_qué?, ¿eehh?
Vale, la coronación del peón es «solo» parte del movimiento, así que entiendo que se corona, se toma la dama u otra pieza y se termina la jugada. En este caso, si la dama de la coronación baja (o sube) por la fila b y se para en el escaque 2, 5 o 6, ¿sería «legal» de cara a la posición del rey y seguro para ella?
Después, el rey tiene que moverse sí o sí. No solo porque tenga que moverse, sino porque, además, está a tiro del caballo de d7. Solo podría ir a b8 o b7. En b8 no le dejarían porque es un suicidio: le cae el alfil encima, no le hace falta ni el misil y, por si fuera poco, podría caerle también el caballo. ¿Eso no es estar ahogado? ¿Mate? La dama dejándose caer por la b…
Fíjate que sí había leído que no se podía hacer el enroque más que si las piezas afectadas no habían hecho movimiento alguno. Lo leí. Y me quedé con que en la d (de dama) se coloca siempre a la dama, claro, luego no era ese el sitio del rey. Y voy, y lo paso por alto, ni lo vi. Pero es que esto de estar jugando cabeza abajo, no sé a los expertos, pero a los principiantes nos complica aún más la cosa, por si no estuviera bastante complicada. De todas formas, resulta muy, pero que muy interesante. Sobre todo cuando no se da ni una, jeje.
Dile a tu amigo que se dé prisa con el 6, hombre, que esto es un sinvivir:-)
Cuando el peón corona y lo canjeas por la dama, ya has hecho la primera jugada, efectivamente. Pero ahora (antes de que la dama se pasee por la fila b) es el turno de las blancas. ¿Y qué movimiento pueden hacer?
Son tablas.
O sea que coronar significa que la dama ocupa el puesto del peón y ahí se queda. Vaya, lo había entendido mal.
Ningún peón blanco puede moverse, ¿no? Todos los de arriba (o abajo) tienen enfrente a un contrario. El que está en a7, ahí está, inmovilizado.
El rey solo puede moverse a b7 o b8. Y no puede hacer eso.
Hay que volver a empezar y seguir buscando el jaque mate. Vaaaaale :-0
Veo que lo has entendido.
¿Seguimos hablando mañana?
Que pases una buena noche.
Muchas gracias, Robin, tú también.
Buenos días:
He enviado un whatsApp (aquí todo el mundo dice «un guasa») a mi amigo ajedrecista, dándole de plazo hasta las tres de la tarde para que me conteste respecto al problema nº 6.
En cuanto al nº 7, ya vimos ayer, al hablar de las jugadas, que si la primera fuese coronar y convertir el peón en dama, el rey blanco quedaría ahogado.
Por lo tanto, es evidente que hay que cambiar algo de esa frase que he destacado en negrita. ¿Y qué podemos cambiar en esa frase? Pues, yo sólo veo dos posibilidades: cambiar un adjetivo ordinal o cambiar un sustantivo femenino.
Hasta ahora. 🙂
Vaya tela a quién se le ocurre meterse en estas cosas sin seguir las instrucciones de aquella famosa copla: «Manolete, si no sabes toreá pa que te metes». Su hilo, D. Robinson, me está saliendo más caro que una muchacha descarriada, permítame usted el eufemismo. Resulta que el Gordo me ha costado en esta ocasión dos convidás porque el problema sexto tiene, mínimo, dos soluciones. ¿Se entera doña Madri? Anímese, cuando los problemas parecen que no tienen solución, teniéndola, es que herramos en el punto de vista. Porque…, ¿quién ha dicho que blancas tiene que mover a la fuerza su rey cuando hacemos el primer movimiento? Si no le damos jaque tiene un montón de piezas a su disposición para mover antes de querer ‘ahogarse’.
En cuanto al séptimo, y que no permitiremos que sea el último, me dejará usted que me recupere de este quebranto económico antes de meterle mano.
Cordiales saludos.